Teniendo en cuenta que 1 luminaria contiene en su interior un aproximado de 5 miligramos de mercurio, es importante evitar que este compuesto en forma de gas se libere a la atmosfera o que entre en contacto con las vías respiratorias humanas, es altamente tóxico y fácilmente transportable de un organismo a otro, cuando el mercurio llega a las fuentes de agua, los peces absorben su toxicidad.